Visita al museo - Nuestros cuadros I

Beatrice de Cenci

El primer cuadro que nos llamó la atención fue Beatrice de Cenci de Germán Hernández Amores, fue uno de los cuadros que más impactó al grupo en cuanto lo vimos, ya que era un cuadro que nos transmitía muchas sensaciones a la misma vez. Nos detuvimos durante casi 10 minutos delante de este cuadro, ya que las sensaciones que producía al grupo eran muy variadas. 

Al principio el cuadro nos transmitía una imagen de dulzura y timidez propias del encanto e inocencia que muestran los niños, pero sin embargo, cuando más lo mirábamos, sus ojos nos daban una sensación tremenda de miedo y pánico, sus ojos eran como los de una persona que ha llorado o acaba de llorar, por todo ello estuvimos debatiendo y hablando durante un buen rato de las sensaciones que nos producía a cada uno.

Una vez que terminamos de ver el cuadro y de debatir entre nosotros, se acercó la guía del museo y nos explicó el sentido de la obra.

Resulta que la obra tiene una visión más bien trágica y de misterio, ya que se trata de una joven adolescente de una familia de bien que había sufrido bastante, ya que había sido violada y maltratada. Su padre cometía abusos con ella y con su familia. Lo abusos llegaron hasta tal punto que Beatrice denunció a su padre y éste decidió mandarla lejos, a un castillo de Roma con su madre y hermanos. Estando allí, Beatrice planeó junto con uno de sus vasallos (y a la vez amante), el asesinato de su padre por intoxicación, el plan falló, así que lo golpearon con un martillo y lo tiraron por un balcón del castillo.

La explicación que la guía del museo nos dio, nos resolvió el por qué de las sensaciones contrarias que tuvimos al ver el cuadro por primera vez. ¡Es por ello que tenemos que destacar la gran labor de los guías en los museos!